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Sobre el uso de un iPhone el #MicroMetro ganador
PUBLICADO : 13 Octubre 2013
Desde un iPhone, la escritora argentina Ana María Shua evaluó los finalistas del certamen #MicroMetro y junto al escritor puertorriqueño Elidio La Torre Lagares seleccionaron unánimemente como ganador un cuento que en 127 caracteres relataba precisamente sobre el uso de un iPhone.
“Desangrado encontró a su hermano. Sacó su iPhone y le tomó una foto”, con este breve, pero impactante relato la periodista Nindi Méndez ganó sobre otras 344 participaciones el concurso de microrelatos auspiciado por Metro como parte del Festival de la Palabra. Hubo una mención especial para la participación de @AnonimaPapaya con el siguiente cuento: “Dicen que el tiempo se ha fugado. Dicen que no podía más con el peso de curarlo todo”.
Otros finalistas fueron
· Gladys Guerra con: “Entraron a la catedral y le ordenó que limpiara sus pecados. La niña agarró un paño y empezó a limpiar las figura de los santos”.
· @alayamagdalena con: “Con el dólar que el novio de su madre le embutía en el puño cerrado tras servirse de ella, Rosita pagaba un arma en layaway”.
· @chancletoid con: “El gato despertó convertido en insecto. Al maullar ladró. Otros gatos ya no lo quisieron. La urbe había despedazado sus botas”.
· @reneorellano con: “Su cuerpo se encontró sin vida en el segundo vagón del último tren a Santurce. Fue una muerte apacible y solo costó 75 centavos”.
· @tonyaholic con: “El Príncipe Azul quedó desempleado. Se recogen artículos de primera necesidad; coopere con manzanas o con damiselas en apuros”.
· @Psicosis_total con: “Post-Mortem Ahora todos hablan de lo buena que era, pero nadie decía nada cuando escuchaban los gritos que venían desde su casa”.
· Maité Ramos Ortiz con: “Vende amor los fines de semana en el mismo semáforo de la Fernández Juncos. Es escritora de novelas rosa”.
· Isabel M. Zorrilla con: “Al salir el primer rayo de sol ella le lleno la cara de besos. El se fue a pedir al semáforo y ella lo siguió meneando la cola”.
· César Romero Reyes con: “Sara curaba el dolor de su realidad con una inyección de olvido, luego dibujaba su sonrisa en una sucia ventana de cristal”.
· Edwin E. Figueroa con: “La ciudad se encaprichó en cambiarte el nombre a Jane Doe. Te enterró con nombre de blanco. ¡Ay Julia de Burgos, así te llamaron!”.
· Alessandra Volta con: “No nos culpen de todas sus fechorías, malnacidos. Al fin y al cabo, Eva y yo sólo cometimos el Pecado Original”.
· Anu Ramos con: “A nadie le importó que los pájaros abandonaran la ciudad. Estaban ocupados tuiteando”.
· @CynObe con: “Y renació el cine en el país, guiones refrescantes y dramas originales. Nadie imaginó cuan útiles serían las cámaras en el tren”.
· Anu Ramos con: “Nadie supo porqué llevaban bufandas, pantimedias y botas. Fue tarde cuando recordaron que la ciudad era caribeña. Eran asfalto”.
· @CynObe con: “Cada día voy a la universidad con mi bulto vacío a buscar conocimiento. Él, con dificultad, va con su bulto lleno a devolver”.
· Tania Sánchez con: “Para cuando su computadora le dijo que no había más actualizaciones, sus niños ya eran adultos y se habían ido de casa”.
Un banquete de Estudios Hispánicos
Un reconocimiento a la creatividad de los colegiales, una oportunidad para compartir los últimos hallazgos literarios hechos por estudiantes, y otro espacio para honrar la lengua vernácula.
El Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue el responsable de esta bonanza intelectual al celebrar un Certamen Literario, la Primera Conferencia Subgraduada de Literatura Latinoamericana: Mujer, Pensamiento y Escritura, y la tradicional Semana de la Lengua.
Para la competencia literaria, se sometieron 19 relatos, 32 estudiantes compartieron sus poemas y 7 contribuyeron en la categoría de ensayo.
“En momentos difíciles en que la Universidad de Puerto Rico manifiesta síntomas de malestar, que se traducen en una aparente falta de iniciativa del estudiantado y el profesorado, se abrió una puerta para que los alumnos del RUM divulgaran sus obras”, manifestó la doctora Leilani García Turull, miembro del Comité de Actividades Culturales del mencionado departamento, quien se encargó de convocar a los jueces que evaluarían cada propuesta.
Agregó que los objetivos primordiales de este esfuerzo son convertir los cursos y centros de redacción colegiales en agentes culturales para toda la comunidad del recinto mayagüezano y entender que "la intención no es fomentar la competitividad, sino realizar actividades que contribuyan a crear un entorno más participativo”.
Uno de los ganadores del certamen fue Tomás E. Mercado Rivera, de ESHI y del Taller de estudiantes de Prensa RUM, quien recibió el primer premio en la categoría de relato.
“El logro simboliza, más que felicidad, una motivación para seguir en el mundo de la literatura. Además, me provee la seguridad, que usualmente se pierde debido al miedo y el estigma social que se le atribuye a las artes, para escribir y tener la valentía de mostrarlo a los lectores”, dijo.
Por su parte, Edwin Figueroa Acevedo, también del mencionado departamento, recibió dos condecoraciones: segundo premio en cuento y el puesto principal en poesía. El novel autor aprovechó para hacer una recomendación a sus pares, ya que entiende que la escritura no debe verse “como ocio elitista”.
“Si tienen esa inquietud, no se sientan cohibidos por miedo a la crítica. Siempre recomiendo que busquen tres tipos de lectores: uno que escriba, otro que tenga conocimiento de las artes literarias y uno totalmente enajenado. Cada uno, probablemente, aportará al mejoramiento de sus escritos”.
Sobre el particular también se expresó Omar Palermo Torres, estudiante graduado de ESHI, quien tuvo un rol por partida doble como juez en la categoría de poesía y tercer lugar en relato.
“Mi consejo es que escriban mucho y que lean a sus amigos lo que han escrito. Es una buena manera de mejorar y es la que uso hasta hoy. También los invito a que publiquen sus creaciones, pues de esa forma se dan a conocer en este mundo”, sostuvo.
Al momento de preguntarle a los jóvenes sobre su proceso creativo, todos coincidieron que no otorgan un espacio preciso para ello, ya que la inspiración nace espontáneamente. Sin embargo, cada uno dentro de esos ingeniosos imprevistos, tiene sus elementos propios y originales.
Tal es el caso de Gaddiel F. Ruiz Rivera, también del departamento anfitrión, quien recibió mención honorífica en poesía y el tercer puesto en la categoría de ensayo.
“En mis trabajos poéticos busco la cohesión de las ideas muy a pesar de su aparente desconexión en imágenes. En cuanto a mis ensayos, pasa algo similar, pero le dedico más tiempo de edición intencionada que a mis poemas”, relató.
Si desea conocer los demás ganadores, pulse aquí.
Haciendo justicia a la creación femenina
Este año, y por primera vez en la historia del Departamento de Estudios Hispánicos del RUM, se celebró la Primera Conferencia Subgraduada de Literatura Latinoamericana: Mujer, Pensamiento y Escritura, foro en el que los estudiantes del curso de Seminario de la doctora Jacqueline Girón Alvarado compartieron las investigaciones que realizaron durante un año.
La docente compartió con Prensa RUM lo que la motivó a tomar las riendas de la clase que, en su plena esencia, le brinda la oportunidad a los alumnos hispanistas de demostrar los conocimientos que obtienen a través de su Bachillerato.
“Hace muchos años, un excelente profesor me dio el Seminario. Aprendí mucho de literatura, pero nada del proceso de lectura, análisis y crítica seria de un texto en sus méritos hecho y pensado por mí misma. En mi desarrollo como profesional, creé conciencia de lo importante que era esa preparación independiente y, a la misma vez, asistida por un profesor a la hora de analizar los textos. Quise contribuir con mis experiencias en el desarrollo de buenos lectores, investigadores y comunicadores de significados y pasiones a través del estudio de las letras”, aseveró.
Asimismo, algo que resulta indispensable resaltar de esta iniciativa es el enfoque que adquirió el taller investigativo, ya que los alumnos se enfrentaron a un selecto conjunto de obras escritas por mujeres. Con eso como marco, escogieron la que les hablara con “más contundencia y afinidad”.
Por ejemplo, Mercado Rivera, además de contribuir con su creatividad en el Certamen Literario, participó del curso y optó por Dulce compañía, de Laura Restrepo. Con esta pieza cumbre de las letras colombianas, lidió con la creación de un mito que se relaciona con la aparición de un ángel en un pueblo pobre.
Para el joven, la mayor importancia de este trabajo fue “investigar, porque se adquiere un compromiso intelectual con la sociedad. La redacción de una monografía, que se forja mediante el esfuerzo, es una oportunidad para tener una buena carta de presentación que demuestre tus habilidades y tu estilo. De la misma forma, cuando ves tu trabajo terminado, te sientes agradecido por todos los que te ayudaron en su creación, pero, sobre todo, orgulloso y satisfecho porque tu empeño dio resultado”.
Lo mismo piensa el también creativo Figueroa Acevedo, quien tuvo la oportunidad de adentrarse en el mundo hispanoamericano. Su aportación, que tituló Hidromanía y Síndrome de Angelman en “El árbol” de María Luisa Bombal, giró en torno a “unos fenotipos conductuales que presenta la protagonista del cuento, que bien pueden calificarla como una paciente de la enfermedad que encierra el título. Además, se estudia el agua como elemento recurrente dentro de la narración, a la vez que se hace un acercamiento a teorías médicas, psicoanalíticas y semióticas”.
Girón Alvarado, la principal guía y lectora de estos alumnos, considera que “los trabajos expuestos fueron excelentes. Los estudiantes se mostraron seguros de sí mismos, la comunidad universitaria se enriqueció con nuevas lecturas y planteamientos de diversos temas. Se lograron muchas metas porque fue un excelente grupo de jóvenes comprometidos con su educación y vocación”.
Los demás participantes del grupo fueron: Zuleyka Morales Ramos, Coral Pérez Bermúdez, Elealé Rivera Carlos, Merlesh E. Segarra Ríos e Itza Valentín Millán.
Hablemos sobre el bilingüismo
Este año, la Semana de la Lengua abrió paso a los estudios lingüísticos, específicamente al tema del bilingüismo, asunto que a diario genera debate en diversos medios del País.
La primera conferencia, que se tituló La política de la desinformación como justificación para la imposición de un idioma, estuvo a cargo de la doctora Yolanda Rivera Castillo, catedrática del Departamento de Inglés del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Por otro lado, el profesor Baruch Vergara, del Departamento de Humanidades del RUM, tuvo a su cargo la exposición de afiches conmemorativos de las semanas dedicadas en años anteriores al vernáculo en el Colegio.
Luego, al siguiente día, el conversatorio Bilingüismo y adquisición de lengua cerró con broche de oro los esfuerzos que, durante el año académico, ESHI organizó para aportar al desarrollo de la erudición colegial.
Un banquete de Estudios Hispánicos
Un reconocimiento a la creatividad de los colegiales, una oportunidad para compartir los últimos hallazgos literarios hechos por estudiantes, y otro espacio para honrar la lengua vernácula.
El Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) fue el responsable de esta bonanza intelectual al celebrar un Certamen Literario, la Primera Conferencia Subgraduada de Literatura Latinoamericana: Mujer, Pensamiento y Escritura, y la tradicional Semana de la Lengua.
Para la competencia literaria, se sometieron 19 relatos, 32 estudiantes compartieron sus poemas y 7 contribuyeron en la categoría de ensayo.
“En momentos difíciles en que la Universidad de Puerto Rico manifiesta síntomas de malestar, que se traducen en una aparente falta de iniciativa del estudiantado y el profesorado, se abrió una puerta para que los alumnos del RUM divulgaran sus obras”, manifestó la doctora Leilani García Turull, miembro del Comité de Actividades Culturales del mencionado departamento, quien se encargó de convocar a los jueces que evaluarían cada propuesta.
Agregó que los objetivos primordiales de este esfuerzo son convertir los cursos y centros de redacción colegiales en agentes culturales para toda la comunidad del recinto mayagüezano y entender que "la intención no es fomentar la competitividad, sino realizar actividades que contribuyan a crear un entorno más participativo”.
Uno de los ganadores del certamen fue Tomás E. Mercado Rivera, de ESHI y del Taller de estudiantes de Prensa RUM, quien recibió el primer premio en la categoría de relato.
“El logro simboliza, más que felicidad, una motivación para seguir en el mundo de la literatura. Además, me provee la seguridad, que usualmente se pierde debido al miedo y el estigma social que se le atribuye a las artes, para escribir y tener la valentía de mostrarlo a los lectores”, dijo.
Por su parte, Edwin Figueroa Acevedo, también del mencionado departamento, recibió dos condecoraciones: segundo premio en cuento y el puesto principal en poesía. El novel autor aprovechó para hacer una recomendación a sus pares, ya que entiende que la escritura no debe verse “como ocio elitista”.
“Si tienen esa inquietud, no se sientan cohibidos por miedo a la crítica. Siempre recomiendo que busquen tres tipos de lectores: uno que escriba, otro que tenga conocimiento de las artes literarias y uno totalmente enajenado. Cada uno, probablemente, aportará al mejoramiento de sus escritos”.
Sobre el particular también se expresó Omar Palermo Torres, estudiante graduado de ESHI, quien tuvo un rol por partida doble como juez en la categoría de poesía y tercer lugar en relato.
“Mi consejo es que escriban mucho y que lean a sus amigos lo que han escrito. Es una buena manera de mejorar y es la que uso hasta hoy. También los invito a que publiquen sus creaciones, pues de esa forma se dan a conocer en este mundo”, sostuvo.
Al momento de preguntarle a los jóvenes sobre su proceso creativo, todos coincidieron que no otorgan un espacio preciso para ello, ya que la inspiración nace espontáneamente. Sin embargo, cada uno dentro de esos ingeniosos imprevistos, tiene sus elementos propios y originales.
Tal es el caso de Gaddiel F. Ruiz Rivera, también del departamento anfitrión, quien recibió mención honorífica en poesía y el tercer puesto en la categoría de ensayo.
“En mis trabajos poéticos busco la cohesión de las ideas muy a pesar de su aparente desconexión en imágenes. En cuanto a mis ensayos, pasa algo similar, pero le dedico más tiempo de edición intencionada que a mis poemas”, relató.
Si desea conocer los demás ganadores, pulse aquí.
Haciendo justicia a la creación femenina
Este año, y por primera vez en la historia del Departamento de Estudios Hispánicos del RUM, se celebró la Primera Conferencia Subgraduada de Literatura Latinoamericana: Mujer, Pensamiento y Escritura, foro en el que los estudiantes del curso de Seminario de la doctora Jacqueline Girón Alvarado compartieron las investigaciones que realizaron durante un año.
La docente compartió con Prensa RUM lo que la motivó a tomar las riendas de la clase que, en su plena esencia, le brinda la oportunidad a los alumnos hispanistas de demostrar los conocimientos que obtienen a través de su Bachillerato.
“Hace muchos años, un excelente profesor me dio el Seminario. Aprendí mucho de literatura, pero nada del proceso de lectura, análisis y crítica seria de un texto en sus méritos hecho y pensado por mí misma. En mi desarrollo como profesional, creé conciencia de lo importante que era esa preparación independiente y, a la misma vez, asistida por un profesor a la hora de analizar los textos. Quise contribuir con mis experiencias en el desarrollo de buenos lectores, investigadores y comunicadores de significados y pasiones a través del estudio de las letras”, aseveró.
Asimismo, algo que resulta indispensable resaltar de esta iniciativa es el enfoque que adquirió el taller investigativo, ya que los alumnos se enfrentaron a un selecto conjunto de obras escritas por mujeres. Con eso como marco, escogieron la que les hablara con “más contundencia y afinidad”.
Por ejemplo, Mercado Rivera, además de contribuir con su creatividad en el Certamen Literario, participó del curso y optó por Dulce compañía, de Laura Restrepo. Con esta pieza cumbre de las letras colombianas, lidió con la creación de un mito que se relaciona con la aparición de un ángel en un pueblo pobre.
Para el joven, la mayor importancia de este trabajo fue “investigar, porque se adquiere un compromiso intelectual con la sociedad. La redacción de una monografía, que se forja mediante el esfuerzo, es una oportunidad para tener una buena carta de presentación que demuestre tus habilidades y tu estilo. De la misma forma, cuando ves tu trabajo terminado, te sientes agradecido por todos los que te ayudaron en su creación, pero, sobre todo, orgulloso y satisfecho porque tu empeño dio resultado”.
Lo mismo piensa el también creativo Figueroa Acevedo, quien tuvo la oportunidad de adentrarse en el mundo hispanoamericano. Su aportación, que tituló Hidromanía y Síndrome de Angelman en “El árbol” de María Luisa Bombal, giró en torno a “unos fenotipos conductuales que presenta la protagonista del cuento, que bien pueden calificarla como una paciente de la enfermedad que encierra el título. Además, se estudia el agua como elemento recurrente dentro de la narración, a la vez que se hace un acercamiento a teorías médicas, psicoanalíticas y semióticas”.
Girón Alvarado, la principal guía y lectora de estos alumnos, considera que “los trabajos expuestos fueron excelentes. Los estudiantes se mostraron seguros de sí mismos, la comunidad universitaria se enriqueció con nuevas lecturas y planteamientos de diversos temas. Se lograron muchas metas porque fue un excelente grupo de jóvenes comprometidos con su educación y vocación”.
Los demás participantes del grupo fueron: Zuleyka Morales Ramos, Coral Pérez Bermúdez, Elealé Rivera Carlos, Merlesh E. Segarra Ríos e Itza Valentín Millán.
Hablemos sobre el bilingüismo
Este año, la Semana de la Lengua abrió paso a los estudios lingüísticos, específicamente al tema del bilingüismo, asunto que a diario genera debate en diversos medios del País.
La primera conferencia, que se tituló La política de la desinformación como justificación para la imposición de un idioma, estuvo a cargo de la doctora Yolanda Rivera Castillo, catedrática del Departamento de Inglés del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Por otro lado, el profesor Baruch Vergara, del Departamento de Humanidades del RUM, tuvo a su cargo la exposición de afiches conmemorativos de las semanas dedicadas en años anteriores al vernáculo en el Colegio.
Luego, al siguiente día, el conversatorio Bilingüismo y adquisición de lengua cerró con broche de oro los esfuerzos que, durante el año académico, ESHI organizó para aportar al desarrollo de la erudición colegial.
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De caribeños a caribeños: un abrazo antillano
Los recibieron como si fueran parte de una familia; el calor humano reinó en el ambiente donde el júbilo se manifestó en todo su esplendor. Sin duda, era la atmósfera distintiva del agradecimiento genuino.
Se trata de la visita del selecto grupo de alumnos del Departamento de Estudios Hispánicos (ESHI) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) a la República Dominicana, por la iniciativa Unidos por Jubey, que este año celebró su segunda jornada.
“Asistir a este viaje fue y es de gran alegría. Mucho más al saber que los objetivos se cumplieron. En primer lugar, la cooperación tanto de los profesores como de los estudiantes fue de gran ayuda. Asimismo, al llegar a la escuela otra vez, se sintió una gran emoción”, expresó María Muñoz Soto, de ESHI, y líder del esfuerzo.
Luego de varios meses de recaudación de fondos y donaciones de parte de la comunidad colegial, lograron recolectar una suma cuantiosa de efectos escolares que, nuevamente, se convirtieron en herramientas para el desarrollo educativo de los infantes de la comunidad de Jubey, en Boca Chica, municipio de Santo Domingo.
La hermandad fue el eslabón que unió la misión que se tenía, ya que la travesía que se extendió por espacio de seis días al vecino país, representó otra ocasión para celebrar el compromiso entre naciones hermanas, que este año contó con la colaboración de la doctora Noemí Maldonado Cardenales y la alumna Myrna A. Rivera Comas, ambas del Departamento de Humanidades.
“Me pareció una oportunidad de vida para compartir conocimiento, experiencia a cambio de energía positiva y enormes sonrisas. Nunca olvidaré el brillo de asombro, de curiosidad o quién sabe si miedo y hasta picardía de los estudiantes que visitamos. Es increíble cómo, dando un poco de uno, le hacemos el día a otros. Quién sabe si el recuerdo de la visita quede en la memoria de muchos por mucho tiempo. En lo que respecta a la mía, se convirtió en huella impresa en la memoria y en el alma”, manifestó Maldonado.
Mientras, Rivera Comas añadió que “es más que una satisfacción que esto se cumpliera. La felicidad que se sintió en esos momentos va a ser un recuerdo para la historia, una anécdota para las futuras generaciones y un ejemplo para el presente”.
Ambas colegas de dicho Departamento realizaron talleres de juegos dramáticos para los pequeños en los que trabajaron con temas de conflicto, reconciliación e identidad. A su vez, los niños disfrutaron de actividades literarias que se diseñaron para explotar su creatividad. Por ejemplo, reconstruyeron un cuento conocido por la cultura popular y sugirieron finales alternos a través de representaciones teatrales.
Entretanto, un elemento que apuntó al éxito de la iniciativa estudiantil fue la entrega de capas para protegerse del agua, deficiencia que tenían los chiquillos para poder trasladarse hasta su centro educativo en días lluviosos. Prensa RUM fue testigo del momento en que las recibieron e, incluso, aprovecharon para probárselas.
“Lograr cada una de las actividades, regalar los artículos escolares y una capa que pudieron usar ese mismo día porque llovió, fue muy gratificante”, dijo Muñoz.
República Dominicana: hospitalidad de ensueño
Un elemento que guardan dentro de sí los participantes de Unidos por Jubey es la hospitalidad del pueblo dominicano, que los acogió nuevamente con los brazos abiertos.
“La cortesía, la felicidad y las ganas de conocer hicieron que el recibimiento de los niños fuera uno extraordinario. Son estudiantes con mucha curiosidad y con ganas de aprender con lo poco que les da la vida. Son personas de gran valor y muy agradecidas”, afirmó Rivera Comas.
A su vez, la profesora Maldonado aseguró que lo que la vecina Quisqueya dejó en su ser interior es motivo de regreso en futuras ocasiones.
“De la República Dominicana me traje rostros, voces y sonidos e imágenes de empuje, de dignidad humana de orgullo caribeño, de sabiduría, de historia de tantas y tantas cosas. Un regreso es obligatorio. Es un lugar que como otros en los que he estado, su gente inspira la lucha diaria, admiración y respeto”.
Los alumnos del colectivo vislumbran retornar a Jubey para llevar la alegría que llenó sus corazones durante el tiempo que allí compartieron con los niños. No cabe duda de que, gracias a la iniciativa, surgió una especie de retroalimentación que se consolidó con las ofrendas que otorgó el grupo de colegiales y la gratitud que mostraron los pequeños.
Como aseguraron, esta sensación de satisfacción avivó sus almas, por lo que ansían sentirla nuevamente.
Los demás participantes de este esfuerzo fueron: Yasmarie Hernández González, Merlesh E. Segarra Ríos, Karen M. Serrano Maldonado, Itza M. Valentín Millán, Edwin Figueroa Acevedo y Tomás Mercado, quien forma parte del Taller de Estudiantes de Prensa RUM.
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Regalo de amor a través de las letras
Muchos aseguran que se puede viajar a través de la literatura, mientras otros indican que funciona como válvula de escape a las tareas cotidianas.
Precisamente, partiendo de esas visiones, la Asociación de Estudiantes Subgraduados de Estudios Hispánicos (AESEH) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), llevó a cabo un apostolado de lectura, en el área pediátrica del Hospital San Antonio en el casco urbano de la Sultana del Oeste.
"Este evento trató de despertar el interés de los niños por los libros y la literatura. De igual manera, regalarles un rato alegre en el que pudieran disfrutar y sonreír, olvidando por un rato las razones de su hospitalización", manifestó Xiomara Torres Rivera, alumna de Estudios Hispánicos (ESHI) y presidenta del mencionado colectivo.
Con un propósito bien definido de educar a través de las letras, los jóvenes manifestaron su regocijo por la experiencia de poder coordinar el esfuerzo este semestre.
"Fue bien enriquecedor. Nos organizamos para pedir donaciones y solicitar los permisos pertinentes para poder asistir al lugar, y nos motivó transmitir la pasión de lo que hacemos, ya que esos niños son el futuro de Puerto Rico", expresó la líder.
Los alumnos contaron con el apoyo de la doctora Miriam González Hernández de ESHI, quien los ayudó en el recogido de las dádivas, así como con el respaldo de la doctora Camille Cruz Martes, también del mencionado Departamento.
Entretanto, a través de esta actividad, afianzaron su misión gracias a la acogida por parte del personal de la clínica, así como de los propios pequeños con quienes compartieron.
"Fue tan emocionante ver a todos esos chiquillos contentos con nuestra visita y con los obsequios que les entregamos. A pesar de estar encerrados con sus padres en el cuarto, trataban de brindarnos su mejor sonrisa, y a los más tímidos hicimos lo posible por arrancarles aunque fuera una. Especialmente, de los veinte niños que visitamos, hubo uno de tres años que no paraba de mostrar su felicidad por la visita y su regalo. Actividades como estas llenan el alma", expresó el estudiante Edwin Figueroa Acevedo, vocal de la AESEH.
Por su parte, Torres Rivera manifestó que quisieron "despertar en los niños el interés y amor por una de las cosas que más nos une culturalmente: nuestra lengua. Por la labor altruista, en la medida en que le regalamos alegría a ellos, adquirimos sensibilidad y enriquecimiento espiritual".
Precisamente, partiendo de esas visiones, la Asociación de Estudiantes Subgraduados de Estudios Hispánicos (AESEH) del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), llevó a cabo un apostolado de lectura, en el área pediátrica del Hospital San Antonio en el casco urbano de la Sultana del Oeste.
"Este evento trató de despertar el interés de los niños por los libros y la literatura. De igual manera, regalarles un rato alegre en el que pudieran disfrutar y sonreír, olvidando por un rato las razones de su hospitalización", manifestó Xiomara Torres Rivera, alumna de Estudios Hispánicos (ESHI) y presidenta del mencionado colectivo.
Con un propósito bien definido de educar a través de las letras, los jóvenes manifestaron su regocijo por la experiencia de poder coordinar el esfuerzo este semestre.
"Fue bien enriquecedor. Nos organizamos para pedir donaciones y solicitar los permisos pertinentes para poder asistir al lugar, y nos motivó transmitir la pasión de lo que hacemos, ya que esos niños son el futuro de Puerto Rico", expresó la líder.
Los alumnos contaron con el apoyo de la doctora Miriam González Hernández de ESHI, quien los ayudó en el recogido de las dádivas, así como con el respaldo de la doctora Camille Cruz Martes, también del mencionado Departamento.
Entretanto, a través de esta actividad, afianzaron su misión gracias a la acogida por parte del personal de la clínica, así como de los propios pequeños con quienes compartieron.
"Fue tan emocionante ver a todos esos chiquillos contentos con nuestra visita y con los obsequios que les entregamos. A pesar de estar encerrados con sus padres en el cuarto, trataban de brindarnos su mejor sonrisa, y a los más tímidos hicimos lo posible por arrancarles aunque fuera una. Especialmente, de los veinte niños que visitamos, hubo uno de tres años que no paraba de mostrar su felicidad por la visita y su regalo. Actividades como estas llenan el alma", expresó el estudiante Edwin Figueroa Acevedo, vocal de la AESEH.
Por su parte, Torres Rivera manifestó que quisieron "despertar en los niños el interés y amor por una de las cosas que más nos une culturalmente: nuestra lengua. Por la labor altruista, en la medida en que le regalamos alegría a ellos, adquirimos sensibilidad y enriquecimiento espiritual".
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